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Los adultos mayores en invierno están más expuestos a sufrir enfermedades propias de esta estación, las cuales se caracterizan por afectar el sistema respiratorio, provocando malestares como dificultad para respirar, tos o fiebre, manifestaciones a las que el adulto mayor y quienes lo rodean deben estar atentos y hacer seguimiento, para prevenir que un simple resfriado termine en un cuadro grave. 

El médico Ladislao Morell Jefe del Servicio de Urgencia de Clínica Bupa Santiago, da a conocer que entre las enfermedades que más afectan a los adultos mayores en invierno está la Gripe (también llamada enfermedad tipo Influenza por su causa más conocida) que al no ser atendida a tiempo, puede desarrollar cuadros multisistémicos que en algunos casos llegan a comprometer gravemente la salud. Otros factores que hacen recurrir a los adultos mayores a urgencia en invierno son las caídas por suelo resbaladizo, la hipotermia e intoxicaciones con monóxido de carbono, ocasionadas por el uso de estufas de combustión con inadecuada ventilación del ambiente. 

¿Cuándo debe consultar en urgencia un adulto mayor?

Hay síntomas claros ante los cuales un adulto mayor o sus familiares deben reaccionar y llevarlo a urgencia, ya que indican la necesidad de asistencia médica inmediata. El médico de Clínica Bupa Santiago, identifica estas manifestaciones a continuación:

  • Disnea o ahogo al respirar.
  • Cianosis, la cual se manifiesta a través de uñas o labios amoratados.
  • Dolor torácico o de pecho.
  • Expectoración con sangre, al toser ser observan coágulos de sangre.
  • Fiebre.
  • Compromiso de conciencia o pérdida de fuerzas.

Una vez ingresado el adulto mayor al servicio de urgencia con un cuadro grave, el jefe de este servicio indica que los procedimientos más comunes para estabilizar su salud son “administrar oxígeno según requerimientos, nebulizaciones para aliviar la obstrucción bronquial, administración de antibióticos, compensar patologías crónicas y evitar complicaciones de la enfermedad en cuestión”.

En los casos en que la enfermedad no evoluciona de manera positiva y requiera oxígeno, sufran patologías de base descompensadas o infecciones graves, el médico de Clínica Bupa Santiago indica que la recomendación es dejarlos en observación con asistencia médica constante en la clínica.

Cinco hábitos saludables para adultos mayores en invierno

Mantenernos saludables y disfrutar del invierno ¡Sí se puede! Sigue a continuación las recomendaciones del médico de Clínica Bupa Santiago, para cuidar la salud de los adultos mayores y de toda la familia:

  • Vacunación, aplicar la anual vacuna contra la Influenza es un hábito que puede previene las complicaciones de esta enfermedad.
  • Lavado de manos, el lavado de manos es primordial en familiares o cuidadores del adulto mayor  previo a su atención en la prevención de transmisión de enfermedades.
  • Evitar contaminantes intradomiciliarios como tabaco. Ventilar periódicamente sus ambientes especialmente si usan estufas de combustión.
  • Controlar las patologías crónicas diagnosticadas.
  • Consulta precoz, ante los primeros síntomas de gripe (fiebre, inapetencia, tos), se recomienda asistir a una consulta ambulatoria y de esta manera evitar las aglomeraciones en las salas de espera de urgencia.

Fuente: Clínica Bupa

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Por todo el mundo, la dermatitis atópica afecta a hombres y mujeres por igual. Se estima que entre un dos y un cinco por ciento de la población sufren de esta molestia que, aunque no resulta grave, puede ser un auténtico incordio.

Sus causas son muchas y diversas. Y, aunque tratarla no es fácil, podemos intentar mitigar algunos de sus efectos gracias a la prevención. Hoy hablamos de este problema, de sus síntomas y de mucho más.

¿Qué es la dermatitis atópica y qué síntomas la acompañan?

La dermatitis atópica es una enfermedad inflamatoria crónica. Esto quiere decir que vuelve cada cierto tiempo provocando una irritación e inflamación y un prurito: picor intenso. Suele darse en las superficies flexoras de codos y rodillas, en el cuero cabelludo, en la cara y en el torso.

Además de la propia dermatitis, también pueden ocurrir otros problemas relacionados directa o indirectamente. La dermatitis atópica aparece con un ligero picor e irritación que aumentan de intensidad en poco tiempo. Pueden aparecer ampollas y costras que llegan a supurar.

En algunos casos más violentos aparecen erupciones cutáneas más extendidas. Con el tiempo aparecen áreas de piel más curtidas debido a los problemas de irritación. También es común la excoriación, o dejar la piel en carne viva, como resultado de la irritación.

Si la dermatitis atópica se padece mucho tiempo, podrían aparecer zonas gruesas o coríaceas debido al intenso rascado e irritación, y como parte de una respuesta excesiva de la piel. No se conocen casos mucho más graves, aunque la intensidad de la dermatitis es muy variable y puede ser bastante molesta.

¿Por qué aparece la dermatitis atópica?

En realidad, los factores que dan origen a esta enfermedad no quedan del todo claros. No hay una causa exacta y existen varias hipótesis sobre su aparición. Entre ellas se consideran tres factores importantes: el genético, el inmunitario y el ambiental.

En una gran mayoría de pacientes existen antecedentes familiares de dermatitis y otras manifestaciones de atopía (alergias y patologías asociadas a la dermatitis). Esto hace pensar que existe un componente genético transmitido. Aunque se han observado varias moléculas relacionadas, no se ha aislado un gen concreto o un mecanismo molecular que lo explique con exactitud.

Por otro lado, el sistema inmunitario es el encargado de producir los efectos que se observan en la dermatitis atópica. También se ha observado la colonización de bacterias como Streptococcus aureus en los casos de dermatitis atópica, entre otros microorganismos. Las pruebas moleculares hacen suponer que el sistema inmunitario es un gran actor dentro de la dermatitis.

También se puede asociar a una manifestación alérgica, lo que explica muchos de los síntomas y su etiología. Esto también puede vincularse a los trastornos relacionados con el gluten. En definitiva, no tenemos una causa clara o concisa de la manifestación de la enfermedad. Lo que sí que sabemos con total seguridad es que existe un mito muy extendido: que la dermatitis aparece con los nervios y el estrés. Si bien puede que el estrés ayude a desencadenar una reacción más intensa, no existen evidencias de esta afirmación.

¿Cómo debes cuidarte?

Existen dos formas de encarar el problema. En primer lugar, el tratamiento busca reducir los síntomas inmediatos: el picor, la hinchazón, las heridas… Para ello podemos emplear cuidados cosméticos convencionales. Estos consisten en aplicar cremas y lociones hidratantes que ayuden al cuidado de la piel.

En el caso de una gran intensidad, el especialista podría recomendar cremas con corticoesteróides cuya finalidad es reducir la inflamación y la hinchazón. Estas cremas, y otras analgésicas, solo deben utilizarse bajo supervisión médica. En otros casos, los fármacos inmunosupresores, como el tacrolimus y el pimecrolimus han demostrado ser eficientes para reducir los síntomas. Huelga decir que estas sustancias también se usan solo bajo supervisión médica.

Para prevenir, y reducir los episodios y su intensidad, es bueno adoptar varias estrategias. Por ejemplo, la dieta puede ser una gran aliada contra este problema: según el caso, podría verse un beneficio al reducir el gluten u otras sustancias que despiertan una reacción inmunitaria. Se han descrito numerosos casos de dermatitis atópica disparada por la hipersensibilidad alimentaria, aunque cada caso es completamente distinto y no existen patrones concretos.

Para poder determinar estos cuadros es imprescindible acudir a un especialista. Evitar sustancias abrasivas, rasguños, una exposición intensa al sol, mantener la piel en situación de humedad y otros aspectos que podrían dañar la piel y permitir la invasión de agentes externos es muy importante, también.

Además, existen algunos estudios que han comprobado la eficacia de una dieta rica en ácido eicosapentanoico, un ácido graso que se encuentra principalmente en los aceites de pescado, en las sardinas, el salmón, la spirulina y otros alimentos. Por lo demás, solo el cuidado inmediato, una buena higiene, pero sin ser excesiva, y el uso de cremas hidratantes nos ayudarán a prevenir los episodios más intensos.

Fuente: Salud Ahora

Lumbalgia, sus causas, síntomas y tratamiento

La Sociedad Española de Reumatología estima que el 80% de la población sufre o sufrirá lumbalgia. Esta situación lumbar puede variar de leve a muy grave, aunque a menudo puede ser sólo una molestia insignificante.

Cuales son sus razones? ¿Y sus efectos? ¿Se puede prevenir o no? Hoy examinamos este dolor estresante que afecta nuestra espalda baja; y de la que ahora ni siquiera los seres humanos activos y apenas sedentarios están libres.

¿Qué es el dolor lumbar y cuáles son sus signos?

Se conoce como lumbalgia o lumbago al dolor posicionado dentro de la zona lumbar baja, entre la cintura y los glúteos. El dolor de espalda baja afecta a todos los seres humanos viejos y jóvenes. Se predice que como mínimo el 70% de la población ha sufrido este problema antes de cumplir los 16 años.

El dolor puede estar deslocalizado y generalizado, irradiando de vez en cuando, estresante por leve que sea, en algunos casos. En otros, puede presentarse como un dolor muy severo, de vez en cuando incapacitante. La lumbalgia se evalúa como aguda, subaguda y persistente de acuerdo con su duración (mucho menos de seis semanas, de unas 6 semanas o mayor a 3 meses).

En realidad, el dolor lumbar en sí no constituye una enfermedad, sin embargo, es una forma común de llamar a este dolor en la zona lumbar. El lumbago puede surgir como un dolor agudo permanente o presentarse al hacer un esfuerzo, manifestándose de una manera punzante y realmente dolorosa.

A veces, la lumbalgia puede aparecer con diferentes signos que consisten en hormigueo y anestesia o disminución de la sensibilidad en las extremidades inferiores, o también en las superiores. Esto está asociado con su punto de partida neurológico, aunque eso no facilita descubrir sus principales razones. De ahí surge la siguiente pregunta.

¿Qué causa la lumbalgia?

Este padecimiento tradicionalmente, debido a la deslocalización de esta situación, se consideraba que tenía un lugar de inicio desconocido (ignorando el dolor lumbar de inicio patológico asociado con problemas vertebrales, por ejemplo). Actualmente, nos damos cuenta de que está realmente asociado con algunos procesos que pueden estar relacionados con raíces nerviosas, grupos de músculos, ligamentos, estructuras fasciales, vértebras y discos intervertebrales, además de órganos abdominales.

Aunque el mecanismo preciso no está completamente establecido, nos damos cuenta de que existen algunas ya conocidas razones mecánicas capaces de generar dolor lumbar, como son: distenciones, esguinces, sobreesfuerzos y contracturas, entre otras. En algunos casos de mayor gravedad, el dolor lumbar puede provenir de una hernia o rotura de discos vertebrales, espondilolistesis, lesiones traumatices o diferentes problemas, además de una infección o una neoplasia.

Para complicarlo aún más, algunas afecciones viscerales (enfermedades gastrointestinales, renales o vasculares) pueden irradiarse dentro de la zona lumbar, haciendo aún más complicado darse cuenta de su lugar de origen. En general, esta zona puede ser dolorosa por numerosas razones. Encontrar la causa correcta es esencial para evitar que aparezca el lumbago.

¿Se puede tratar el dolor lumbar?

En términos generales, no es viable hablar de un remedio para el dolor lumbar, porque no es una enfermedad en sí misma. Dependiendo del lugar de inicio del dolor, si se encuentra, se puede buscar un remedio particular. Pero la lumbalgia es una situación multifactorial y es bastante complicado remediarla sin tener un diagnóstico claro.

A veces, los analgésicos ni siquiera pueden aliviar el dolor de manera segura, por esta misma razón. Sin embargo, para el conocido como dolor lumbar inespecífico es muy útil mantenerse alejado de un estilo de vida sedentario, prescribiendo un relajante muscular o medicamentos antiinflamatorios. También es aconsejable un buen entrenamiento postural. Esto no es capaz de evitar la lumbalgia, sin embargo, se ha demostrado que es muy útil para mitigar sus síntomas.

¿Qué recomiendan los especialistas para el lumbago?

Los expertos en salud advierten que, aunque el ejercicio puede provocar dolor lumbar, el estilo de vida sedentario también puede hacerlo. Un ejercicio mal hecho o un esfuerzo excesivo pueden provocar dolor lumbar. Una forma de vida sedentaria y las malas posturas, también lo provocan. Por este motivo, se suele recomendar una actividad física diaria regular, leve o intensa, pero con supervisión o formación.

Otras investigaciones han demostrado que la ejecución de ejercicios corporales, que amplían los grupos musculares de forma compensada, pueden servir para aliviar los efectos del lumbago. Además, y como medida complementaria, suele recomendarse un tratamiento con la aplicación de frío y / o calor para aliviar el dolor.

En cualquier caso, y debido a que su lugar de inicio puede ser muy incierto, en el caso de que el dolor persista, es recomendable acudir a un especialista en esa dolencia para intentar descubrir el motivo. Además, en cuanto a la alimentación, es recomendable ingerir alimentos que ayudan a controlar la inflamación y los dolores causados por enfermedades reumáticas, como la artritis.

Fuente: Salud Ahora

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