mito o realidad

¿Mito o realidad?

Diez creencias sobre alimentación, bajo la lupa de nutricionistas

La cuidadosa selección de los alimentos que consumimos es clave para lograr una dieta saludable, pero no resulta sencillo saber cómo combinarlos entre sí para conseguir el mayor beneficio nutricional. Tampoco es fácil distinguir entre las creencias arraigadas cuáles son verdaderas y cuáles encubren falacias, que nos llevan a errar el camino en la búsqueda de una alimentación equilibrada. Se trata de afirmaciones que se instalan en el inconsciente colectivo, aunque no siempre son correctas. ¿Cuántas veces escuchamos que el consumo de huevo aumenta el colesterol? ¿Con qué naturalidad asumimos que los productos integrales aportan menos calorías? Durante la pandemia, la necesidad de cocinar en casa generó más conciencia sobre la importancia de comer sano, no solo para una mayor expectativa de vida sino para sentirse mejor en el día a día. Cada vez más, la nutrición acapara conversaciones y provoca debates. Los aportes de profesionales y la difusión de estudios se multiplican en un contexto en el que la alimentación ocupa un lugar central. Pero también proliferan mitos que es necesario derribar. LA NACION consultó a referentes en nutrición para analizar 10 creencias frecuentes.

Beber agua durante las comidas dificulta la digestión

Es una creencia falsa, según explican los especialistas, quienes incluso plantean que es deseable tomar agua durante las comidas.“Facilita la formación del bolo alimenticio, lo que produce que el alimento llegue más ‘subdividido’. Por lo tanto, ayuda a la digestión de alimentos y a la absorción de nutrientes”, dice la licenciada en Nutrición Juliana Gimenez.

Coincide su colega Florencia Zappalá, aunque hace una salvedad: “Puede no ser recomendable en casos puntuales como, por ejemplo, en personas con saciedad precoz, pero no interfiere con la digestión”.

El agua es necesaria para que nuestro organismo esté bien hidratado y es vital para la salud. La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda un consumo de dos litros y medio al día para personas sanas con actividad física normal.

Lorem fistrum por la gloria de mi madre esse jarl aliqua llevame al sircoo. De la pradera ullamco qué dise usteer está la cosa muy malar.