El pie plano se considera como una disminución o pérdida del arco interno del pie, lo que habitualmente provoca que toda la planta toque el piso al estar de pie. En niños pequeños, que aún no caminan, se trata de una condición normal por la laxitud de sus ligamentos, pero a medida que crecen, debería comenzar a generarse la curvatura normal de esta zona. El doctor Juan Carlos Ocampo, traumatólogo infantil de Clínica Bupa Santiago, nos explica en esta nota cómo revisarlo y qué hacer si genera molestias.
«Para poder comprender esta patología mejor, hay que saber que el pie en todos los seres humanos, está compuesto biomecánicamente por 3 arcos que se forman por la unión de dos puntos de referencia (figura 1 y 2 ), generando un arco anterior entre los puntos A y B, el arco externo entre B y C, y un arco interno entre A y C, que es el que se debe observar y evaluar», detalla el especialista.
Cómo revisar al niño
Según explica el traumatólogo, se debe observar el comportamiento de arco longitudinal interno (A-C) por la parte de adentro del pie, en dos posiciones:
1. Con el pie en apoyo estando el niño o niña parado, sin caminar (figura 3) y
2. Con el pie sin apoyo (figura 4).
«Si el arco desaparece en una o en las dos posiciones, el niño o niña tiene pie plano y debe acudir al especialista para realizar una valoración más detallada, que ayude a diagnosticar los pies planos flexibles o laxos, de los rígidos. Sin embargo, es importante señalar que tener un pie plano es normal y que es una variante anatómica como tener los ojos grandes o las orejas de mayor tamaño. Lo anormal es tener dolor, y ante esta situación debe ser tratado por un ortopedista y traumatólogo infantil», agrega.
Ojo con los zapatos
El doctor Ocampo sostiene que siempre cada paciente debe ser analizado de forma individual, evaluando los síntomas en relación a la edad. «Sin embargo, vale la pena resaltar que en los niños pequeños los zapatos o plantillas no hacen magia, no existe un zapato capaz de formar el arco del pie. Usar calzado rígido puede producir molestias en los pies y no es necesario para la formación del pie», añade.
Lo recomendado, en este sentido, es utilizar calzado FALA (Flexible, Amplio, Liviano y Antideslizante). En caso de que el calzado no sea FALA, se puede adaptar con el uso de plantillas para hacer más cómoda la estadía del pie dentro del calzado, pero se aconseja siempre comprar calzado por su forma interior y no externa. «Los más bonitos pueden no ser los más cómodos, y las plantillas podrían no ser necesarias», cuenta.
Fuente: Muy saludable