El insomnio, todo lo que debes saber

En pocas palabras el insomnio es la dificultad para dormir lo suficiente o tener problemas para dormir sin interrupción. Cuando se padece, las situaciones más comunes que se pueden presentar son los problemas para conciliar el sueño, despertarse temprano o en varias oportunidades durante el sueño. Aquí cabe señalar que todos lo hemos sufrido en alguna medida pero que a corto plazo no representa ningún problema; sin embargo, cuando sucede casi todas las noches durante al menos un mes se puede estar padeciendo de un insomnio crónico.

Las causas del insomnio pueden estar relacionadas a diferentes variables como una enfermedad médica o psiquiátrica, al estrés mental o a una emoción, asimismo a los hábitos que tienes en el día o antes de ir a dormir. Las mujeres embarazadas son particularmente vulnerables; la causas pueden ser los cambios hormonales que experimentan, acidez, calambres en las piernas o necesidad frecuente de orinar. Por otra parte, con el crecimiento y el movimiento del bebé también les puede costar hallar una posición cómoda para dormir.

Las fuentes más comunes del insomnio son:

  • Estrés o ansiedad.
  • Cambio en el entorno para dormir ( hotel o casa de familiar).
  • Condiciones medioambientales incómodas (demasiada luz, ruido, calor o frío).
  • Colchón incómodo y pijamas apretadas.
  • Compañero de cama o de cuarto que ronca o tiene comportamientos de sueño perturbadores.
  • Llevar a cabo actividades en la cama antes de dormir pues esto motiva al cerebro a relacionar el hábito de dormir con actividades diferentes al sueño.
  • Consumir comida pesada poco antes de dormir.
  • Tomar medicamentos que tengan como efecto secundario el insomnio.
  • Tomar bebidas alcohólicas antes de ir a dormir o ingerir durante el día bebidas que contengan cafeína.
  • Hacer ejercicio inmediatamente antes de ir a dormir. O no hacer durante el día, de manera que te sobra energía.
  • Viajar a lugares con diferente horario o con mayor altitud.
  • Tomar un baño caliente antes de ir a dormir.
  • Trabajar por turnos, unas semanas de día, otras de noche.

Capítulo aparte merecen las causas del insomnio crónico, que como se dijo más arriba está asociado a problemas médicos o psiquiátricos. Las más usuales son:

  • Depresión o estrés postraumático.
  • Enfermedad mental crónica como nefropatía.
  • Insuficiencia cardiaca o asma.
  • Enfermedades dolorosas como artritis, reflujo ácido o cáncer.
  • Desequilibrio hormonal como menopausia o hipertiroidismo.
  • Tomar medicamentos cuyo efecto secundario sea el insomnio.
  • Padecer apnea obstructiva del sueño.
  • La narcolepsia.
  • El síndrome de las piernas inquietas.

Síntomas del insomnio Los síntomas del insomnio son fáciles de identificar pero a la vez tan recurrentes que pasan desapercibidos. Son los siguientes:

  • Dificultad para dormir.
  • Despertarse reiteradamente en la noches.
  • Despertarse de madrugada y mantener el cansancio del día anterior.
  • Sentirse cansado e irritable durante el día.
  • Perder la capacidad de concentración.

Diagnóstico del insomnio

Identificar las causas del insomnio no es difícil, su médico regular o los que le asignen sus seguros médicos le van a preguntar por su rutinas y el entorno relacionado con el sueño, revisará sus síntomas y lo examinará. En adición, le puede sugerir que lleve anotaciones de sus patrones de sueño para registrar las fuentes de su trastorno. Si aparecen indicios de que su insomnio es producto de una enfermedad médica, solicitará pruebas adicionales como por ejemplo un estudio del sueño donde se analizan las ondas cerebrales, los patrones de respiración y los niveles de oxígeno, así como también los movimientos del cuerpo.

Es importante indicar que la duración del insomnio dependerá de su origen, del éxito de los tratamientos y de los cambios positivos en el estilo de vida.

Prevención del insomnio

La prevención y hasta la misma curación del insomnio está en nuestras manos. Tener costumbres sanas como las descritas a continuación son fundamentales para estimular el sueño.

  • Mantener un horario regular de sueño, ir a dormir y despertarse en las mismas horas.
  • Dormir con ropa y en una cama cómoda.
  • Eliminar fuentes de luz y ruido excesivas o que alteren el sueño. Taparse oídos y ojos es una alternativa cuando los agentes externos no se pueden eliminar.
  • Mantener una temperatura agradable en la habitación.
  • Reducir el consumo de bebidas con cafeína.
  • Evitar comidas pesadas antes de dormir.
  • Eliminar el alcohol de la dieta diaria.
  • Hacer ejercicio con regularidad, preferiblemente en el día.
  • Dormir en cama separada o en otra habitación si tu compañero perturba su sueño.

No sobra decir que en caso de tener insomnio crónico por razones médicas o psiquiátricas, buscar rápido tratamiento para los problemas de salud es una prioridad.

Tratamiento del insomnio

Los hábitos sanos y un entorno adecuado son los mejores métodos para estimular el sueño y así controlar el insomnio; no obstante, algunas terapias conductuales son otra opción que arrojan resultados satisfactorios. Las principales son:

  • Terapia de relajación: son técnicas especiales para tranquilizar mente y relajar músculos.
  • Restricción del sueño: es un programa que en principio solo permite unas pocas horas de sueño por noche, luego van aumentando gradualmente.
  • Reacondicionamiento: se trata de un programa que enseña a los pacientes a relacionar la cama con el hábito de dormir, lo que hace que el paciente evite las siestas en el día y acuda a ella solamente cuando tiene sueño.

El insomnio derivado de problemas mentales requiere de tratamientos específicos. Otros orígenes como la narcolepsia y el síndrome de los pies inquietos se tratan con medicamentos. Entretanto para la apnea del sueño existen máscaras que pueden ayudar a los pacientes a respirar mejor.

En cuanto a  los medicamentos, existe una gran variedad y estos pueden ser recetados para el corto plazo o para uso esporádico. Los de acción rápida son útiles si tiene problemas para conciliar el sueño, mientras los de acción prolongada funcionan si el inconveniente es permanecer dormido. Quizá la única advertencia que hay es para las personas mayores, deben evitar el uso de las medicinas de acción prolongada ya que su efecto sedante puede superar las ocho (8) horas.

Como alternativa o complemento a las medicinas está la melatonina, un suplemento dietario que le funciona muy bien a algunas personas. En el lado opuesto están las píldoras para dormir, pues no uso no contribuye a corregir el problema y tienden a convertirse en un mal hábito simplemente paliativo.

Cuándo llamar a un profesional o a sus seguros médicos

La principal razón para acudir a su médico es que no pueda dormir lo suficiente o que tenga interrupciones frecuentes del sueño, y que esto le esté afectando la capacidad de funcionar normalmente en el día. Imagine no poder conducir un vehículo de manera segura o que le sea imposible realizar cualquier actividad potencialmente peligrosa en su trabajo con toda garantía. En la actualidad el insomnio es considerado un problema de salud que exige atención urgente, así que ante los primeros signos debe buscar ayuda profesional.

Pronóstico del insomnio

La mayoría de personas que sufren de insomnio recuperan sus patrones normales de sueño a los pocos días, sobre todo si modifican su estilo de vida y lo hacen más saludable. El pronóstico para las personas con insomnio crónico depende mucho de la causa de fondo; sin embargo, existen tratamientos exitosos si el origen es identificado con certeza y si el paciente sigue al pie de la letra las recomendaciones médicas.

En BHI lo que más nos importa es tu salud, por eso te ofrecemos acceso al mejor conocimiento médico del mundo cada semana. Si deseas más información o asesoría para ti, tu familia o tu grupo corporativo, déjanos tus datos, pronto estaremos contigo.

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