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El cáncer de pulmón en estados iniciales está más cerca de ser curable gracias a los avances científicos.

En 2018 se registraron más de dos millones de casos en todo el mundo según la OMS, siendo este el cáncer más común en hombres y el tercero más común en mujeres. Se trata de la principal causa de muerte por cáncer a nivel mundial. Sólo el 16% de esos pacientes son diagnosticados cuando el tumor todavía está localizado en el pulmón y el pronóstico empeora para los pacientes diagnosticados en estadios posteriores.

Debido a la manifestación tardía de los síntomas, la mayoría de los pacientes con cáncer de pulmón (aproximadamente un 80%) se diagnostican en estadios avanzados (estadio IV).

En relación a las causas, el médico oncólogo clínico Gonzalo Recondo, jefe de Oncología Clínica del Instituto Universitario CEMIC afirmó que “entre las causas más importantes se encuentran los agentes carcinógenos que están presentes en el cigarrillo, y el ser fumador o el uso de tabaco en todas sus formas es el factor de riesgo más importante”. Otros factores de riesgo son los fumadores pasivos, la polución ambiental y ciertas exposiciones laborales como el asbesto.

Una luz de esperanza

Un nuevo medicamento mostró un retraso en el avance de un tipo de cáncer de pulmón. La nueva droga, que ya está disponible en nuestro medio, se denomina dacomitinib y se administra por vía oral, en una dosis recomendada de 45 mg en una toma diaria. Este tratamiento actúa inhibiendo una proteína que participa en el desarrollo del tumor.

Dacomitinib demostró una reducción del 41% en el riesgo de progresión de la enfermedad en comparación con las otras tecnologías.

“Una mediana de más de 14 meses sin que la enfermedad avance es calidad de vida, porque gracias al efecto de la medicación los pacientes pueden continuar con su vida normal, inclusive trabajando y disfrutando de sus afectos, a diferencia, por ejemplo, de los efectos que ocasiona la quimioterapia. No perdamos de vista que son pacientes donde la enfermedad se encuentra en etapas avanzadas, por lo que estos resultados son muy alentadores”, subrayó el doctor Diego Kaen, médico oncólogo clínico, director del departamento de investigación clínica del Centro Oncológico Riojano Integral

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El ayuno intermitente es uno de los métodos más utilizados al momento de adelgazar. No constituye una dieta en sí sino una forma de planificar nuestras ingestas.

Si quieres usar el ayuno intermitente para perder peso, te contamos sus beneficios y cómo comenzar a hacerlo en la siguiente nota

¿QUÉ ES EL AYUNO INTERMITENTE?

El ayuno intermitente consiste en alternar períodos de ingestas con períodos de ayuno. Se establecen intervalos de tiempo más específicos para las comidas y entre 12 y 16 horas de ayuno diario.
Se trata de una opción que puede no ser útil para todos, pero como no limita alimentos específicos resulta muy atractiva para adelgazar.

A su vez, este conlleva beneficios para el organismo. El ayuno intermitente ha demostrado ser de utilidad para reducir la presión arterial y mejorar la sensibilidad a la insulina, aunque no se pierda peso.

Todo esto nos lleva a pensar que este recurso puede beneficiar la salud por su efecto en nuestro metabolismo.

Como si fuera poco, investigaciones recientes comprobaron los beneficios del ayuno intermitente para mejorar el perfil de lípidos en sangre. Siendo de ayuda para controlar dislipidemia.

Estudios previos también señalaban que el ayuno puede reducir el riesgo de sufrir diferentes enfermedades metabólicas y beneficiar la salud cardiovascular.

Por otro lado, un estudio constató que el ayuno diurno (desde el amanecer hasta la tarde-noche), por más de 14 horas durante 30 días mejoró el funcionamiento del sistema inmunitario y contribuyó a la prevención de cáncer, trastornos cognitivos y enfermedades neuro psiquiátricas.

Así puedes iniciarte en tu práctica

Si quieres adelgazar de la mano del ayuno intermitente y además, beneficiar tu salud con un protocolo de alimentación, lo primero que recomendamos es informarnos al respecto, conociendo cada detalle sobre los diferentes tipos de ayuno intermitente. De esta manera, escogeremos la opción que más se adapte a nuestra rutina alimentaria actual y otros hábitos de vida.

Por ejemplo, si entrenamos cada mañana cerca del mediodía y solemos trabajar hasta la tarde, quizá nos sirva un protocolo que no tenga 16 horas de ayuno sino menos, de manera de consumir alimentos en momentos clave como después de entrenar o de trabajar.

Es necesario ir postergando el desayuno y adelantando la cena gradualmente para ir acomodándonos a un protocolo de ayuno intermitente personal. Por ende, la planificación de horarios de ingesta y ayuno, junto a nuestras actividades cotidianas resulta clave para que la práctica del ayuno sea exitosa.

Por último, vale la pena tener en cuenta antes de comenzar a ayunar que en los periodos de ingesta no cualquier alimento es válido. Es decir, resulta importante cuidar la calidad de lo que comemos para que resulte un efectivo recurso para adelgazar.

El ayuno intermitente puede ser muy beneficioso para nuestro cuerpo, ayudando a adelgazar y mucho más. Sin embargo, requiere de una práctica correcta y su mantenimiento en el tiempo, de lo contrario, puede no conllevar efectos positivos como los antes mencionados.

Perder peso es un tema de salud importante y claro también es una cuestión estética importante. 
Conforme pasan los años puede irse volviendo más difícil llegar al peso ideal. Los principales problemas que se presentan se encuentra la dificultad para eliminar la grasa en la zona abdominal. 

Lo cierto es que hoy en día disminuir unos centímetros de cintura, no sólo nos hará sentir mejor y lucir mejor la ropa. También es un aspecto clave en la prevención de enfermedades a futuro. 
El tipo de grasa que se acumula en el abdomen se relaciona directamente con un exceso de calorías y se relaciona con condiciones como la resistencia a la insulina, altos niveles de estrés, mala calidad en el sueño y una salud intestinal deficiente.

La mayoría de las personas recurren a los medios tradicionales y más populares para eliminar la grasa en el vientre: alimentación equilibrada, control de calorías y por supuesto la actividad física, con especial énfasis en el trabajo abdominal. Sin embargo existen muchos otros factores que influyen y que muchas veces no consideramos.

1. No comas en la noche

Siempre será mejor consumir las calorías durante el día, en principio porque en la noche el tiempo para quemarlas es nulo y este hábito se relaciona directamente con un aumento en los niveles de azúcar en la sangre.
Por ejemplo, cenar temprano nos permite un proceso de digestión más ágil, lo que de manera automática potencia la quema de grasas y el metabolismo. Otro método es el famoso ayuno intermitente que entre sus más grandes beneficios se encuentra una disminución en la grasa abdominal. Se debe a que limitar la ingesta de alimentos a un lapso de 8 horas, permite que el organismo descanse y optimiza mejor la insulina.

2. Nunca ignores el estrés

Es impresionante lo que el estrés puede causar en el cuerpo, de hecho es una de las principales causas de la aparición de diversas enfermedades degenerativas, como es el caso del sobrepeso y la obesidad.
Altos niveles de estrés suelen asociarse con un aumento en el cortisol y este simple hecho conduce a el almacenamiento de grasa en la zona abdominal a modo de una especie de mecanismo de defensa del cuerpo. También el estrés altera el funcionamiento general del organismo, el estado de ánimo, puede aumentar el apetito y se relaciona con cierta apatía que en muchos casos evita que las personas hagan ejercicio. 

3. Evita la vida sedentaria

No permitas quedarte sedentario a lo largo del día, sobre todo si pasas mucho tiempo sentado en la computadora o sin moverte. Integrar como parte de tu rutina diaria actividad física, es el mejor aliado para evitar la acumulación de grasa abdominal. Si bien es importante realizar ejercicio cardiovascular a lo largo de la semana, existen buenas alternativas para mantenerte activo de manera cotidiana: pasear al perro, salir a caminar 15-20 minutos después de comer, subir escaleras.

4. La importancia de dormir bien

Una buena calidad del sueño es indispensable para el funcionamiento del organismo, es el momento en el cual el cuerpo se regenera y también es clave para mantener en equilibrio al sistema hormonal. Por otra parte un buen descanso interviene en el metabolismo, combate el estrés, mejora el estado de ánimo y regula el apetito. Recuerda cuando el cuerpo no está descansado no coopera con la pérdida de peso y la liberación de grasa. 

5. No olvides la salud intestinal

El buen funcionamiento intestinal se relaciona con muchos aspectos importantes en la salud: interviene en la digestión, en la eliminación de desechos y toxinas del organismo y es clave en la integridad del sistema inmunológico. Un intestino deprimido y deficiente no puede absorber los nutrientes, ni limpiar al organismo como es debido. A la vez una dieta que se distinga por el consumo de alimentos procesados, conservadores, colorantes, grasas saturadas, azúcares, químicos y harinas refinadas, son los principales responsables de destruir la flora intestinal. Cuando esto sucede la salud estomacal deteriora, se presenta distensión abdominal e inflamación.

6. Dile adiós al azúcar

Un alto consumo en azúcares añadidos es uno de los hábitos alimenticios que más se relacionan con enfermedades crónicas. Enfermedades como la obesidad, la diabetes, afecciones en tiroides y depresión. Es importante saber elegir las fuentes de las cuales obtenemos el azúcar, siendo las frutas la única fuente saludable de fructosa. Sin embargo es prioritario evitar el consumo de azúcares procesados, que contienen un nulo valor nutricional y muchas calorías, que se van directo al vientre. Lo que sucede es que el hígado no logra procesar por completo este tipo de azúcares y los convierte en grasas. Por lo tanto, evita  todo tipo de bebidas azucaradas, refrescos, panecillos, golosinas, dulces, comidas procesadas y rápidas.

La alimentación juega un papel clave en el control del azúcar. Descubre los 10 mejores alimentos con grandes propiedades antidiabéticas, para disminuir los altos niveles de azúcar e insulina en la sangre.

La diabetes es una de las enfermedades crónicas y degenerativas más recurrentes en la sociedad actual. Según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) la prevalencia de la diabetes ha aumentado con mayor rapidez en los países de ingresos medianos y bajos, esto es un aspecto que se relaciona directamente con el estilo de vida y la calidad en la alimentación. 

Es por ello que la dieta es un aspecto fundamental en el control de personas que padecen prediabetes, diabetes y otras afecciones que afectan el azúcar en la sangre, especialistas en medicina y nutrición enfatizan en la importancia se seguir una alimentación integral para mantener los niveles de azúcar en la sangre estables.

Si bien existen factores como el peso corporal, el nivel de actividad física, el estrés y la genética que también juegan un papel en el mantenimiento del azúcar en la sangre, la alimentación siempre será esencial. La buena noticia es que hoy en día tenemos a la mano todo tipo de tendencias de nutrición y bienestar que promueven el consumo de alimentos de gran poder terapéutico, sobre todo algunos de ellos se destacan por sus propiedades hipoglucemiantes que tienen grandes bondades para optimizar el control de azúcar en la sangre. 

1. Brócoli

El brócoli es un vegetal muy saludable y rico en nutrientes, se relaciona con grandes beneficios para la salud. De manera particular es un buen aliado para la diabetes, esto se relaciona con varios factores en primer lugar su contenido en sulforafano que es un compuesto con propiedades para reducir los niveles de azúcar en la sangre. Es un químico vegetal que se libera cuando el brócoli se parte o mastica y es la respuesta de una reacción entre un compuesto del tipo glucosinolato llamado glucorafanina y la enzima mirosinasa, ambos se encuentran en altas concentraciones en el brócoli. Se cuenta con estudios que han comprobado que el extracto del brócoli rico en sulfurano tiene poderosos efectos antidiabéticos, que ayudan a mejorar la sensibilidad de la insulina, reducir los marcadores de estrés oxidativo y los niveles de glucosa. 

2. Mariscos y pescados

Todas las variedades de pescados y mariscos ofrecen una fuente saludable de proteínas, grasas saludables, vitaminas, minerales y antioxidantes que en conjunto resultan un poderoso aliado para regular los altos niveles de azúcar en la sangre. Probablemente te preguntes las razón y es más simple de lo que crees: el consumo de proteína es esencial para el control de azúcar en la sangre, esto se debe a que ayuda a retardar la digestión y previene los picos de glucosa sobre todo después de las comidas. Las proteínas son un macronutriente esencial para el cuerpo y también se relacionan con un destacado efecto saciante que ayuda a no comer en exceso y promueve la pérdida de grasa corporal; ambos factores son fundamentales para un buen control de los niveles de azúcar. Los especialistas en nutrición recomiendan enfocarse en el consumo de pescados grasos como es el caso del salmón y las sardinas, 750 gramos distribuidos a lo largo de la semana son la cantidad óptima.

3. Calabaza y sus semillas

La calabaza no sólo es un clásico del otoño, su color naranja vibrante le confiere un extraordinario poder antioxidante y un alto contenido en fibra, los cuales se asocian directamente con beneficios para regular los niveles de azúcar en la sangre. Una de sus grandes cualidades se debe a su aporte en carbohidratos del tipo polisacáridos, sustancias de las cuales se han comprobado su efecto regulador de la glucosa. Los especialistas en nutrición no solo recomiendan su consumo en sopas, asada o al vapor, las semillas resultan un importante aliado ya que están llenas de proteínas y grasas saludables. 

4. Frutos secos

La familia de los frutos secos es considerada uno de los grupos de alimentos más saludables que existen, se relacionan con efectos positivos para la salud cardíaca, el peso corporal y sobre todo por sus cualidades para ayudar al organismo a equilibrar los niveles de azúcar. Se cuenta con referencias científicas que comprobaron los beneficios del consumo de almendras y cacahuates en personas con diabetes tipo 2, integrarlos como parte de la dieta en ayuno y después de las comidas redujo significativamente los niveles de azúcar en la sangre. También existe un estudio que señala los efectos de consumir 56 gramos diarios de nueces, los redujeron significativamente el azúcar en sangre en ayunas y la hemoglobina A1c (HbA1c), un marcador del control del azúcar en sangre a largo plazo.

5. Frijoles y lentejas

Las legumbres no pueden faltar en toda alimentación saludable, son deliciosas, saciantes y una de las mejores fuentes de proteínas vegetales y fibra. Los frijoles y las lentejas llaman de manera especial la atención ya que que representan un paquete completo de nutrientes esenciales y sobre todo una peculiar riqueza en minerales, se destacan por su extraordinario contenido en fibra soluble y almidón resistente que ayudan a retardar el proceso de digestión y mejorar la respuesta del azúcar en la sangre después de las comidas.

6. Linaza

La linaza también es conocida como semillas de lino se caracterizan por su pequeño tamaño que en nada se compara con sus inmensas bondades. Entre sus principales cualidades se destaca su alto contenido en fibra y grasas saludables, que actúan liberando el exceso de azúcar del torrente sanguíneo. También son un popular aliado para combatir el estreñimiento y la inflamación, la recomendación es consumir 30 gramos de linaza al día.

7. Frutas cítricas

Existen frutas que son mejores que otras cuando de diabetes se trata y las frutas cítricas son un maravilloso aliado para disminuir los niveles de glucosa en la sangre. Resultan una gran alternativa de fruta ya que se caracterizan por ser de bajo índice glucémico, es decir que no afectan los niveles de azúcar en la sangre como en el caso de otras frutas como la piña, sandía o el mango. También las frutas cítricas como es el caso de las naranjas, toronjas, mandarinas y limones, se caracterizan por su grandioso contenido en fibra y compuestos vegetales como la naringenina, un polifenol que tiene poderosas propiedades antidiabéticas. Integrar una porción de estas frutas en la alimentación diaria se relaciona con mejorar la sensibilidad a la insulina y disminuye el riesgo de desarrollar diabetes. 

8. Aguacate

El consumo de aguacates es oro líquido para la salud, en los últimos años se han vuelto un alimento muy importante en todo tipo de tendencias de salud y nutrición. No sólo son deliciosos, saciantes y cremosos, se trata de un alimento de lo más nutritivo ya que son ricos en vitaminas, minerales, antioxidantes, fibra y grasas saludables. Diversos especialistas en nutrición han comprobado los beneficios de agregar una porción de aguacate en las comidas, para equilibrar los niveles de azúcar en la sangre. A la vez son un gran aliado para proteger al organismo del síndrome metabólico, que se caracteriza por ser un grupo de condiciones como la hipertensión y los altos niveles de azúcar en la sangre, que se asocian con un aumento en el riesgo de enfermedades crónicas. 

9. Frutos rojos

Las bayas o frutos rojos tienen un lugar muy especial en la alimentación, son jugosas, aromáticas,  deliciosas y llenas de colores. No sólo son ricas, son una bomba de vitaminas, minerales, antioxidantes y fibra, que las vuelve uno de los alimentos más completos y medicinales que tenemos a la mano. Gracias a su composición se relacionan con grande bondades para reducir los altos niveles de azúcar e insulina, sobre todo después de las comidas ricas en carbohidratos. El consumo de 2 tazas diarias de frutos rojos al día, ya sean frambuesas, fresas, moras o arándanos, beneficia el control del azúcar en la sangre al mejorar la sensibilidad a la insulina y promover la eliminación de la glucosa de la sangre.

10. Kefir y yogurt

Los productos lácteos fermentados son un excepcional aliado de la salud, sobre todo del sistema digestivo, intestinal e inmune. A la vez se cuenta con referencias que comprueban sus benéficos efectos para regular el azúcar en la sangre y prevenir el desarrollo de diabetes. La recomendación es consumir 600 ml de kéfir o yogurt diarios aporta probióticos que se relacionan con una significativa disminución del azúcar en la sangre y la HbA1c. 

Fuente: El Mercurio

Algunos afiliados se enteran de que no les devolverán una parte de los gastos porque el examen o procedimiento no está incluido en el arancel Fonasa. Sepa qué hacer en estos casos.

A varios de los lectores que escriben a Línea Directa les ha sucedido que tienen que hacerse un examen o alguna intervención y, cuando solicitan el reembolso en su sistema de salud, la prestación no está codificada.

Le ocurrió a Luz María Herrera, quien nos contó que la isapre no le otorgó cobertura por la instalación de un stend duodenal, procedimiento que le realizaron en una clínica privada. Alegaba que su plan de salud incluye este ítem, específicamente para prótesis u órtesis. “La razón de la negativa es que no está codificado por Fonasa”, se lamentaba.

Algo similar vivió Eduardo Bernier, a quien recientemente le diagnosticaron anemia por deficiencia de hierro. Según contó a Línea Directa, el médico le indicó la administración por vía venosa de un medicamento, en tres sesiones, cuyo costo unitario es de unos $100 mil. No obstante, relató, la isapre le avisó que no tiene derecho a reembolso, pues dicha prestación no se encuentra codificada. Preguntó por qué, y le respondieron que es el Ministerio de Salud el organismo encargado y responsable de registrar los diferentes servicios que entregan las instituciones de salud.

Preguntamos en la isapre por su caso y nos dijeron que el medicamento que requiere es de carácter ambulatorio, algo que queda excluido de la cobertura de su plan y que, efectivamente, no está codificado por el arancel regulatorio del Fonasa. Este último es aquel por el cual se rigen, especificaron, como aparece en el respectivo contrato.

A Osvaldo Panace le implantaron una válvula aórtica en diciembre de 2019, pero como no tiene código Fonasa, la cuenta de la clínica quedó pendiente por poco más de $29 millones. La isapre la rechazó, nos narró, por lo que presentó un reclamo ante la Superintendencia de Salud, solicitando la indicación del código respectivo o la homologación. Después de una larga espera, ese organismo fiscalizador le informó que realizaron gestiones y consiguieron una respuesta a su favor.

Consultamos en la Superintendencia de Salud por la norma general que aplica en estos casos y nos explicaron que las isapres se encuentran obligadas a otorgar cobertura a todas aquellas prestaciones que, como mínimo, se hallen incluidas en el arancel referencial de Fonasa. Si dicho organismo no las ha codificado, las isapres están facultadas para negar la bonificación.

Sin perjuicio de lo anterior, y dependiendo del tipo de prestación, a los afiliados y/o beneficiarios les asiste el derecho de solicitar a la aseguradora que el servicio no arancelado se homologue a alguno que sí lo esté. Si la respuesta de la isapre es negativa, el solicitante podrá reclamar ante ese organismo fiscalizador, donde revisarán todos los antecedentes presentados y se pronunciarán conforme a sus atribuciones y de acuerdo a la normativa legal vigente.

Según los antecedentes que revisa, la superintendencia podría acoger la solicitud del usuario e instruir a la isapre que la aplique, si es que así corresponde. Hacen hincapié en que es el Fonasa el organismo que efectúa todos los años la revisión de su arancel conjuntamente con el Ministerio de Salud.

Reconstrucciones

Hay prestaciones que no tienen cobertura, debido a sus características (ver recuadro).

Hace un tiempo, Luis Pino nos escribió para contar que operaron a su hija de 18 años, quien presentaba un defecto de nacimiento que implica el subdesarrollo o ausencia del músculo pectoral mayor en un lado del cuerpo. Un cirujano plástico la evaluó y le extendió un certificado con indicación de reconstrucción mamaria, para presentarlo en la isapre. No obstante, como manifestaba en su carta, la institución determinó que no consideraría los honorarios médicos.

El lector alegaba que la intervención no era con fines estéticos, sino como una mejora en su calidad de vida. En la ocasión, nos contestaron de la isapre que reembolsaron los montos relativos a la prestación codificada, pero como una parte la estimaron de “carácter estético”, no se halla clasificada en el arancel general de prestaciones médicas del Ministerio de Salud.

Fuente: Informe actualizado de la OMS

¿Qué es un coronavirus?

Los coronavirus son una extensa familia de virus que pueden causar enfermedades tanto en animales como en humanos. En los humanos, se sabe que varios coronavirus causan infecciones respiratorias que pueden ir desde el resfriado común hasta enfermedades más graves como el síndrome respiratorio de Oriente Medio (MERS) y el síndrome respiratorio agudo severo (SRAS). El coronavirus que se ha descubierto más recientemente causa la enfermedad por coronavirus COVID-19.

¿Qué es la COVID-19?

La COVID-19 es la enfermedad infecciosa causada por el coronavirus que se ha descubierto más recientemente. Tanto el nuevo virus como la enfermedad eran desconocidos antes de que estallara el brote en Wuhan (China) en diciembre de 2019.

¿Cuáles son los síntomas de la COVID-19?

Los síntomas más comunes de la COVID-19 son fiebre, cansancio y tos seca. Algunos pacientes pueden presentar dolores, congestión nasal, rinorrea, dolor de garganta o diarrea. Estos síntomas suelen ser leves y aparecen de forma gradual. Algunas personas se infectan pero no desarrollan ningún síntoma y no se encuentran mal. La mayoría de las personas (alrededor del 80%) se recupera de la enfermedad sin necesidad de realizar ningún tratamiento especial. Alrededor de 1 de cada 6 personas que contraen la COVID-19 desarrolla una enfermedad grave y tiene dificultad para respirar. Las personas mayores y las que padecen afecciones médicas subyacentes, como hipertensión arterial, problemas cardiacos o diabetes, tienen más probabilidades de desarrollar una enfermedad grave. En torno al 4% de las personas que han contraído la enfermedad han muerto. Las personas que tengan fiebre, tos y dificultad para respirar deben buscar atención médica.

¿Cómo se propaga la COVID-19?

Una persona puede contraer la COVID-19 por contacto con otra que esté infectada por el virus. La enfermedad puede propagarse de persona a persona a través de las gotículas procedentes de la nariz o la boca que salen despedidas cuando una persona infectada tose o exhala. Estas gotículas caen sobre los objetos y superficies que rodean a la persona, de modo que otras personas pueden contraer la COVID-19 si tocan estos objetos o superficies y luego se tocan los ojos, la nariz o la boca. También pueden contagiarse si inhalan las gotículas que haya esparcido una persona con COVID-19 al toser o exhalar. Por eso es importante mantenerse a más de 1 metro (3 pies) de distancia de una persona que se encuentre enferma.

La OMS está estudiando las investigaciones en curso sobre las formas de propagación de la COVID-19 y seguirá informando sobre los resultados actualizados.

¿Puede transmitirse a través del aire el virus causante de la COVID-19?

Los estudios realizados hasta la fecha apuntan a que el virus causante de la COVID-19 se transmite principalmente por contacto con gotículas respiratorias, más que por el aire. Véase la respuesta anterior a la pregunta «¿Cómo se propaga la COVID-19?»

¿Es posible contagiarse de COVID-19 por contacto con una persona que no presente ningún síntoma?

La principal forma de propagación de la enfermedad es a través de las gotículas respiratorias expelidas por alguien al toser. El riesgo de contraer la COVID-19 de alguien que no presente ningún síntoma es muy bajo. Sin embargo, muchas personas que contraen la COVID-19 solo presentan síntomas leves. Esto es particularmente cierto en las primeras etapas de la enfermedad. Por lo tanto, es posible contagiarse de alguien que, por ejemplo, solamente tenga una tos leve y no se sienta enfermo. La OMS está estudiando las investigaciones en curso sobre el periodo de transmisión de la COVID-19 y seguirá informando sobre los resultados actualizados.

¿Es posible contagiarse de COVID-19 por contacto con las heces de una persona que padezca la enfermedad?

El riesgo de contraer la COVID-19 por contacto con las heces de una persona infectada parece ser bajo. Aunque las investigaciones iniciales apuntan a que el virus puede estar presente en algunos casos en las heces, la propagación por esta vía no es uno de los rasgos característicos del brote. La OMS está estudiando las investigaciones en curso sobre las formas de propagación de la COVID-19 y seguirá informando sobre los nuevos resultados. No obstante, se trata de un riesgo y por lo tanto es una razón más para lavarse las manos con frecuencia, después de ir al baño y antes de comer.

¿Qué puedo hacer para protegerme y prevenir la propagación de la enfermedad?

Medidas de protección para todas las personas 

Manténgase al día de la información más reciente sobre el brote de COVID-19, a la que puede acceder en el sitio web de la OMS y a través de las autoridades de salud pública pertinentes a nivel nacional y local. Se han registrado casos en muchos países de todo el mundo, y en varios de ellos se han producido brotes. Las autoridades chinas y las de otros países han conseguido enlentecer o detener el avance de los brotes, pero la situación es impredecible y es necesario comprobar con regularidad las noticias más recientes.

Hay varias precauciones que se pueden adoptar para reducir la probabilidad de contraer o de contagiar la COVID-19:

  • Lávese las manos a fondo y con frecuencia usando un desinfectante a base de alcohol o con agua y jabón.

¿Por qué? Lavarse las manos con agua y jabón o usando un desinfectante a base de alcohol mata los virus que pueda haber en sus manos.

  • Mantenga una distancia mínima de 1 metro entre usted y cualquier persona que tosa o estornude.

¿Por qué? Cuando alguien tose o estornuda, despide por la nariz o por la boca unas gotículas de líquido que pueden contener el virus. Si está demasiado cerca, puede respirar las gotículas y con ellas el virus de la COVID-19, si la persona que tose tiene la enfermedad.

  • Evite tocarse los ojos, la nariz y la boca.

¿Por qué? Las manos tocan muchas superficies y pueden recoger virus. Una vez contaminadas, las manos pueden transferir el virus a los ojos, la nariz o la boca. Desde allí, el virus puede entrar en su cuerpo y causarle la enfermedad.

  • Tanto usted como las personas que les rodean deben asegurarse de mantener una buena higiene de las vías respiratorias. Eso significa cubrirse la boca y la nariz con el codo doblado o con un pañuelo de papel al toser o estornudar. El pañuelo usado debe desecharse de inmediato.

¿Por qué? Los virus se propagan a través de las gotículas. Al mantener una buena higiene respiratoria está protegiendo a las personas que le rodean de virus como los del resfriado, la gripe y la COVID-19.

  • Permanezca en casa si no se encuentra bien. Si tiene fiebre, tos y dificultad para respirar, busque atención médica y llame con antelación. Siga las instrucciones de las autoridades sanitarias locales.

¿Por qué? Las autoridades nacionales y locales dispondrán de la información más actualizada sobre la situación en su zona. Llamar con antelación permitirá que su dispensador de atención de salud le dirija rápidamente hacia el centro de salud adecuado. Esto también le protegerá a usted y ayudará a prevenir la propagación de virus y otras infecciones.

  • Manténgase informado sobre las últimas novedades en relación con la COVID-19. Siga los consejos de su dispensador de atención de salud, de las autoridades sanitarias pertinentes a nivel nacional y local o de su empleador sobre la forma de protegerse a sí mismo y a los demás ante la COVID-19.

¿Por qué? Las autoridades nacionales y locales dispondrán de la información más actualizada acerca de si la COVID-19 se está propagando en su zona. Son los interlocutores más indicados para dar consejos sobre lo que debe hacer la gente de su zona para protegerse.

  • Consulte las noticias más recientes sobre las zonas de mayor peligro (es decir, las ciudades y lugares donde la enfermedad se está propagando más extensamente). Si le es posible, evite desplazarse a estas zonas, sobre todo si su edad es avanzada o tiene usted diabetes, cardiopatías o neumopatías.

¿Por qué? Estas precauciones se deben adoptar en estas zonas porque la probabilidad de contraer la COVID-19 es más elevada.

Medidas de protección para las personas que se encuentran en zonas donde se está propagando la COVID-19 o que las han visitado recientemente (en los últimos 14 días)

• Siga las orientaciones antes expuestas (Medidas de protección para todas las personas)

• Permanezca en casa si empieza a sentirse mal, aunque se trate de síntomas leves como dolor de cabeza, fiebre ligera (37,3 oC o más) y rinorrea leve, hasta que se recupere. Si le resulta indispensable salir de casa o recibir una visita (por ejemplo, para conseguir alimentos), póngase una mascarilla para no infectar a otras personas.

¿Por qué? Evitar los contactos con otras personas y las visitas a centros médicos permitirá que estos últimos funcionen con mayor eficacia y ayudará a protegerle a usted y a otras personas de posibles infecciones por el virus de la COVID-19 u otros.

• Si tiene fiebre, tos y dificultad para respirar, busque rápidamente asesoramiento médico, ya que podría deberse a una infección respiratoria u otra afección grave. Llame con antelación e informe a su dispensador de atención de salud sobre cualquier viaje que haya realizado recientemente o cualquier contacto que haya mantenido con viajeros.

¿Por qué? Llamar con antelación permitirá que su dispensador de atención de salud le dirija rápidamente hacia el centro de salud adecuado. Esto ayudará también a prevenir la propagación de virus y otras infecciones.

¿Qué probabilidades hay de que contraiga la COVID-19?

El riesgo depende del lugar donde se encuentre usted y, más concretamente, de si se está produciendo un brote de COVID-19 en dicho lugar.

Para la mayoría de las personas que se encuentran en la mayor parte de los lugares, el riesgo de contraer esta enfermedad continúa siendo bajo. Sin embargo, sabemos que hay algunos lugares (ciudades o zonas) donde se está propagando y donde el riesgo de contraerla es más elevado, tanto para las personas que viven en ellas como para las que las visitan. Los gobiernos y las autoridades sanitarias están actuando con determinación cada vez que se detecta un nuevo caso de COVID-19. Es importante que todos respetemos las restricciones relativas a los viajes, los desplazamientos y las concentraciones multitudinarias de personas aplicables a cada lugar en concreto. Si cooperamos con las medidas de lucha contra la enfermedad, reduciremos el riesgo que corremos cada uno de nosotros de contraerla o de propagarla.

Como se ha comprobado en China y en otros países, es posible detener los brotes de COVID-19 y poner fin a su transmisión. No obstante, la gran rapidez con que pueden aparecer nuevos brotes nos obliga a ser conscientes de la situación en los lugares donde nos encontramos o donde tengamos intención de ir. La OMS publica cada día actualizaciones sobre la situación de la COVID-19 en el mundo, que se pueden consultar, en inglés, en la página https://www.who.int/emergencies/diseases/novel-coronavirus-2019/situation-reports/.

¿Debo preocuparme por la COVID-19?

Por lo general, los síntomas de la COVID-19 son leves, sobre todo en los niños y los adultos jóvenes. No obstante, también pueden ser graves y obligan a hospitalizar a alrededor de uno de cada cinco infectados. Por consiguiente, es bastante normal preocuparse por los efectos que el brote de COVID-19 puede tener en nosotros y en nuestros seres queridos.

Esta preocupación debe servirnos para adoptar medidas de protección para nosotros, nuestros seres queridos y las comunidades donde vivimos. La medida principal y más importante es la higiene regular y completa de las manos y de las vías respiratorias. En segundo lugar, es importante mantenerse informado y seguir los consejos de las autoridades sanitarias locales, como los relativos a los viajes, los desplazamientos y los eventos donde se pueda concentrar un gran número de personas.

¿Quién corre riesgo de desarrollar una enfermedad grave?

Todavía tenemos mucho por aprender sobre la forma en que la COVID-2019 afecta a los humanos, pero parece que las personas mayores y las que padecen afecciones médicas preexistentes (como hipertensión arterial, enfermedades cardiacas o diabetes) desarrollan casos graves de la enfermedad con más frecuencia que otras.

¿Son eficaces los antibióticos para prevenir o tratar la COVID-19?

No. Los antibióticos no son eficaces contra los virus, solo contra las infecciones bacterianas. La COVID-19 está causada por un virus, de modo que los antibióticos no sirven frente a ella. No se deben usar antibióticos como medio de prevención o tratamiento de la COVID-19. Solo deben usarse para tratar una infección bacteriana siguiendo las indicaciones de un médico.

¿Existen medicamentos o terapias que permitan prevenir o curar la COVID-19?

Aunque algunos remedios occidentales, tradicionales o caseros pueden proporcionar confort y aliviar los síntomas de la COVID-19, no hay pruebas todavía de que los medicamentos actuales puedan prevenir o curar la enfermedad. La OMS no recomienda la automedicación, en particular con antibióticos, para prevenir o curar la COVID-19. Hay varios ensayos clínicos en curso con medicamentos occidentales y tradicionales. La OMS facilitará información actualizada tan pronto como los resultados de los ensayos clínicos estén disponibles.

¿Existe alguna vacuna, medicamento o tratamiento para la COVID-19?

Todavía no. Hasta la fecha, no hay ninguna vacuna ni medicamento antiviral específico para prevenir o tratar la COVID-2019. Sin embargo, los afectados deben recibir atención de salud para aliviar los síntomas. Las personas que presentan casos graves de la enfermedad deben ser hospitalizadas. La mayoría de los pacientes se recuperan con la ayuda de medidas de apoyo.

Se están investigando posibles vacunas y distintos tratamientos farmacológicos específicos. Hay ensayos clínicos en curso para ponerlos a prueba. La OMS está coordinando los esfuerzos dirigidos a desarrollar vacunas y medicamentos para prevenir y tratar la COVID-19.

Las formas más eficaces de protegerse a uno mismo y a los demás frente a la COVID-19 son: lavarse las manos con frecuencia, cubrirse la boca con el codo o con un pañuelo de papel al toser y mantener una distancia de al menos 1 metro (3 pies) con las personas que tosen o estornudan. (Véase ¿Qué puedo hacer para protegerme y prevenir la propagación de la enfermedad?).

¿Debo llevar mascarilla para protegerme?

Si no se presentan los síntomas respiratorios característicos de la COVID-19 (sobre todo, tos) o no se cuida de una persona que pueda haber contraído esta enfermedad, no es absolutamente necesario llevar puesta una mascarilla clínica. Recuerde que las mascarillas desechables solo se pueden utilizar una vez y tenga en cuenta también que, si no está usted enfermo o no cuida de una persona que lo esté, está malgastando una mascarilla. Las existencias de mascarillas en el mundo se están agotando, y la OMS insta a utilizarlas de forma sensata.

La OMS aconseja hacer un uso racional de las mascarillas clínicas para no derrochar innecesariamente ni usar indebidamente unos utensilios que son valiosos (véase el apartado Cuándo y cómo usar mascarilla).

Las medidas frente a la COVID-19 más eficaces para protegerse a uno mismo y a los demás son: lavarse las manos con frecuencia, cubrirse la boca con el codo o con un pañuelo de papel al toser y mantener una distancia de, al menos, 1 metro (3 pies) con las personas que tosen o estornudan. Para más información a este respecto, pueden consultarse las medidas básicas de protección frente al nuevo coronavirus.

Cómo ponerse, usar, quitarse y desechar una mascarilla

1. Antes de tocar la mascarilla, lávese las manos con un desinfectante a base de alcohol o con agua y jabón.

2. Inspeccione la mascarilla para ver si tiene rasgaduras o agujeros.

3. Oriente hacia arriba la parte superior (donde se encuentra la tira de metal).

4. Asegúrese de orientar hacia afuera el lado correcto de la mascarilla (el lado coloreado).

5. Colóquese la mascarilla sobre la cara. Pellizque la tira de metal o el borde rígido de la mascarilla para que se amolde a la forma de su nariz.

6.. Tire hacia abajo de la parte inferior de la mascarilla para que le cubra la boca y la barbilla.

7.. Después de usarla, quítese la mascarilla; retire las cintas elásticas de detrás de las orejas manteniendo la mascarilla alejada de la cara y la ropa, para no tocar las superficies potencialmente contaminadas de la mascarilla.

8. Lávese las manos después de tocar o desechar la mascarilla. Use un desinfectante a base de alcohol o, si están visiblemente sucias, láveselas con agua y jabón.

¿Cuánto dura el periodo de incubación de la COVID-19?

El «período de incubación» es el tiempo que transcurre entre la infección por el virus y la aparición de los síntomas de la enfermedad. La mayoría de las estimaciones respecto al periodo de incubación de la COVID-19 oscilan entre 1 y 14 días, y en general se sitúan en torno a cinco días. Estas estimaciones se irán actualizando a medida que se tengan más datos.

¿Pueden los humanos contraer el virus de la COVID-19 por contacto con un animal?

Los coronavirus son una extensa familia de virus que son comunes entre los murciélagos y otros animales. En raras ocasiones las personas se infectan por estos virus, que luego pueden propagarse a otras personas. Por ejemplo, el SRAS-CoV iba asociado a las civetas y el MERS-CoV se transmite a través de los dromedarios. Todavía no se ha confirmado el posible origen animal de la COVID-19.

Como medida de protección al visitar mercados de animales vivos o en otras situaciones parecidas, evite el contacto directo con los animales y las superficies que estén en contacto con ellos. Asegúrese de que en todo momento se observen prácticas adecuadas de higiene de los alimentos. Manipule con cuidado la carne, la leche o los órganos de animales crudos para evitar la contaminación de alimentos no cocinados y evite el consumo de productos animales crudos o poco cocinados.

¿Mi mascota me puede contagiar la COVID-19?

Aunque ha habido un caso de un perro infectado en Hong Kong, hasta la fecha no hay pruebas de que un perro, un gato o cualquier mascota pueda transmitir la COVID-19. La COVID-19 se propaga principalmente a través de las gotículas producidas por una persona infectada al toser, estornudar o hablar. Para protegerse a sí mismo, lávese las manos a fondo frecuentemente.

La OMS se mantiene al tanto de las últimas investigaciones a este respecto y otras cuestiones relacionadas con la COVID-19 y proporcionará información actualizada de las conclusiones que se vayan obteniendo.

¿Cuánto tiempo sobrevive el virus en una superficie?

No se sabe con certeza cuánto tiempo sobrevive el virus causante de la COVID-19 en una superficie, pero parece comportarse como otros coronavirus. Los estudios realizados (incluida la información preliminar disponible sobre el virus de la COVID-19) indican que los coronavirus pueden subsistir en una superficie desde unas pocas horas hasta varios días. El tiempo puede variar en función de las condiciones (por ejemplo, el tipo de superficie, la temperatura o la humedad del ambiente).

Si cree que una superficie puede estar infectada, límpiela con un desinfectante común para matar el virus y protegerse de este modo a usted mismo y a los demás. Lávese las manos con un desinfectante a base de alcohol o con agua y jabón. Evite tocarse los ojos, la boca o la nariz.

¿Es seguro recibir un paquete de una zona en la que se hayan notificado casos de COVID-19?

Sí. La probabilidad de que una persona infectada contamine artículos comerciales es baja, y el riesgo de contraer el virus causante de la COVID-19 por contacto con un paquete que haya sido manipulado, transportado y expuesto a diferentes condiciones y temperaturas también es bajo.

¿Hay algo que no deba hacer?

Las siguientes medidas NO SON eficaces contra la COVID-2019 y pueden resultar perjudiciales:

  • Fumar
  • Llevar varias mascarillas
  • Tomar antibióticos

En cualquier caso, si tiene fiebre, tos y dificultad para respirar, trate de obtener atención médica lo antes posible para reducir el riesgo de desarrollar una infección más grave, y asegúrese de informar a su dispensador de atención de salud acerca de sus viajes recientes.

Fuente: Informe actualizado de la OMS ¿Qué es un coronavirus? Los coronavirus son una extensa familia de virus que pueden causar enfermedades tanto en animales como en humanos. En los humanos, se sabe que varios coronavirus causan infecciones respiratorias que pueden ir desde el resfriado común hasta enfermedades más graves como el síndrome respiratorio de […]

Si te cuesta mucho perder peso, probablemente hayas escuchado que el culpable puede ser tu metabolismo. Sin embargo, muchas personas no saben bien qué es el metabolismo y si realmente juega un papel importante a la hora de adelgazar. Aquí te contamos de qué se trata el metabolismo, si es verdad que influye en tu peso y cómo puedes quemar más calorías.

La palabra “metabolismo” está siempre ligada al peso. Muchos lo culpan de ser el que impide que bajes las libras que te sobran o de ganar las que te faltan. Si el metabolismo es lento, engordas, si es rápido, adelgazas. Eso es lo que se dice. Sin embargo, y aunque el metabolismo sí tiene que ver con la manera en que tu cuerpo procesa los alimentos para convertirlos en energía, no es necesariamente el culpable de tu sobrepeso. Finalmente, el sobrepeso es el resultado de una la ecuación simple: si consumes más calorías de las que quemas, engordas. Si sucede lo contrario, adelgazas.

Pero para entender cómo se queman las calorías, es bueno saber de qué se trata el metabolismo, ¿no crees?

El metabolismo es un proceso mediante el cual tu cuerpo convierte en energía lo que comes. Es un proceso complejo que combina todos tus alimentos y bebidas con el oxígeno para que tu cuerpo pueda moverse y cumplir las funciones “silenciosas” cuando estás en reposo, como respirar, ajustar el nivel de las hormonas, regular la digestión y hacer que tu sangre circule.  En resumidas cuentas, el metabolismo determina la velocidad a la cual quemas calorías y a esto se le conoce como tasa metabólica basal o metabolismo basal.

Pero ¿cuáles son los factores que influyen sobre la velocidad a la cual quemas calorías?

  • Tu estatura y contextura: la gente alta y con más masa muscular quema más calorías.
  • Sexo: los hombres queman más calorías que las mujeres, pues tienen menos grasa corporal y más músculo. Mientras más músculo tengas, más calorías quemas.
  • Edad: a medida que pasan los años la masa muscular tiende a ser reemplazada por grasa, lo cual causa que quemes menos calorías.
  • Termogénesis o procesamiento de los alimentos: cerca del 10% de las calorías que se gastan cada día se van en digerir, absorber, transportar y almacenar la comida que consumes cada día.
  • Actividad física: cualquier movimiento que hagas, desde boxear, andar en bicicleta, caminar a la tienda, perseguir a tu hijo, salir a pasear el perro, cuenta en las calorías que quemas diariamente.

¿Qué tan cierto es que el metabolismo tiene la culpa de tu sobrepeso?

En realidad, no mucho. El metabolismo es un proceso natural en el cual tu cuerpo hace lo mejor para satisfacer sus necesidades particulares. Es por esto, que muchas personas que hacen dietas fuertes o incluso, quienes sufren de trastornos (desórdenes) de la alimentación como bulimia y anorexia, tienen cambios en el funcionamiento de su cuerpo. Es común que las mujeres dejen de tener su período menstrual, ya que el cuerpo “tratará de sobrevivir” y eliminará ciertos procesos para poder mantenerte vivo. En algunos casos, es posible ganar peso debido a un problema con la glándula suprarrenal llamado Síndrome de Cushing o hipotiroidismo que interfiere en la regulación del metabolismo.

En lugar de culpar al metabolismo, es bueno que estés consciente de que el aumento de peso es el más el resultado de comer más calorías de las que quemas. Por eso, para perder peso, debes comer menos calorías y aumentar tu actividad física.

¿Hay algo que puedas hacer para darle “una mano” a tu metabolismo?

Sí. A pesar de que algunos de los factores que afectan el ritmo de tu metabolismo no se pueden cambiar, hay otros que pueden modificarse.  La mejor forma de hacerlo es mediante el ejercicio. Si haces ejercicio aeróbico, quemas calorías y si haces entrenamiento con pesas, vas a aumentar tu masa muscular que, a la larga, va a acelerar tu metabolismo. Recuerda que si tienes más músculos que grasa, incluso cuando estás en reposo, tu cuerpo va a gastar más calorías.

Otra manera de ayudar a tu metabolismo para que aumente su velocidad, es comer pequeñas porciones de comida más frecuentemente. Esto ayuda a que tu metabolismo se mantenga activo y queme más calorías. Pero ¡no te aproveches! Debes saber elegir tus colaciones o tentenpiés. Elige colaciones ricas en proteínas y bajas en calorías. Un pedazo de pavo bajo en grasa siempre será mejor que una porción de papas fritas.

Recuerda que perder peso es cuestión de comer inteligentemente y ejercitarte diariamente. No es complicado. ¡Puedes empezar hoy! Hazlo poco a poco y verás los resultados.

¿Sufres de obesidad? ¿Te has preguntado alguna vez si podrías transmitir este problema de salud a tus hijos? Un estudio realizado por la Asociación Americana de la Diabetes investiga si las mujeres pueden transmitir genéticamente este padecimiento a sus hijos a través de las células madre del cordón umbilical.

Así como el color de ojos, el de la piel o la estatura son determinados por la herencia o genética de nuestros padres, también en cierta manera, la obesidad y algunas enfermedades relacionadas con ella podrían ser transmitidas al bebé en el útero.

Esto lo indagó una investigación reciente llevada a cabo por la Asociación Americana de Diabetes, una institución que dirige la iniciativa llamada Stop Diabetes, cuyo objetivo es luchar contra la diabetes y conocer sus consecuencias. En este estudio se utilizaron muestras de células madre de los cordones umbilicales de madres con pesos normales y de madres obesas.

Los investigadores encontraron que los bebés de las madres obesas tenían mayor acumulación de grasa, en comparación con las madres cuyo peso era normal.

Algunos estudios previos han encontrado que los niños de padres obesos tienen mayor riesgo de ser obesos y de tener trastorno metabólico (como diabetes). De acuerdo a la doctora Kristen E. Boyle, profesora asistente de la Facultad de Medicina de la Universidad de Colorado, “Está claro que existe una propensión a que haya mayor contenido graso en las células de los hijos de madres obesas. También sabemos que la acumulación de grasa en las células correspondía con la masa de tejido graso del bebé, al momento del nacimiento”,

Una de las grandes incógnitas que se están intentando resolver a través de esta investigación es si se puede llegar a determinar, incluso antes del nacimiento del niño, si éste será un adulto obeso.

“El próximo paso es darles seguimiento a estos niños para ver si hay un cambio duradero hasta la adultez”, expresó Boyle, “una de las preguntas que debemos explorar es cómo los hijos de madres obesas pueden estar en riesgo de convertirse en obesos como resultado de factores que ocurren antes de que nazcan”.

Los investigadores esperan poder determinar si existen muestras de resistencia a la insulina u otras cuestiones relacionadas con el metabolismo. Piensan seguir a los niños porque saben que estos trastornos, como el desarrollo de diabetes, puede tomar muchos años.

 

Contra la obesidad

En un estudio realizado por la Universidad de Illinois en 251 jóvenes mexicanos para conocer si tenían predisposición a la obesidad heredada por sus padres, se encontró que el 35 por ciento sí había heredado el riesgo de obesidad de sus padres.

En esta investigación se intentó averiguar cómo los cambios en el peso de los jóvenes, el Índice de Masa Corporal (IMC), los hábitos alimenticios y el ejercicio afectan su salud a través de su vida, y cómo pueden contribuir a problemas relacionados con las enfermedades cardiovasculares y la diabetes.

“Si los jóvenes se dan cuenta temprano de que tienen esta predisposición, pueden luchar contra ella. Si están en riesgo de desarrollar obesidad, una dieta saludable y hacer ejercicio regular es aún másimportante para ellos”, concluyó Terán-García.

Así que es posible contrarrestar lo que dictan los genes: eligiendo un estilo de vida más saludable. Estos buenos hábitos serán especialmente importantes para los jóvenes que tienen un riesgo genético para la obesidad.

Éstas son algunas de las recomendaciones del National Heart, Lung, and Blood Institute (Instituto Nacional del Corazón, Pulmón y de Sangre, o NHLBI, por sus siglas en inglés) para evitar los problemas cardiovasculares y de diabetes:

  • Toma decisiones sanas respecto a las comidas. Analiza la energía que ingieres en los alimentos contra la que gastas
  • Pon atención en el tamaño de las porciones; por ejemplo, a veces una porción individual servida en un restaurante puede ser para dos personas.
  • Encuentra actividades que disfruten todos en la familia. Por ejemplo, salgan a caminar a paso rápido, a pasear en bicicleta o a patinar.Reduce el tiempo que pasas frente a los aparatos electrónicos. Se recomiendan dos horas o menos al día frente al televisor.
  • Revisa con frecuencia tu peso, Índice de Masa Corporal y circunferencia de la cintura; también los de tus hijos.

Aprende a leer las etiquetas de los alimentos y a comer una dieta sana y balanceada. Estos son algunos ejemplos de recetas deliciosas y saludables, pero recuerda que el tamaño de las porciones es muy importante.

¿Cómo puedes saber si tienes sobrepeso u obesidad?

A lo largo de nuestra vida las variaciones de peso y tamaño del cuerpo son completamente normales, sin embargo, existen casos en los que esos cambios pueden ocasionar enfermedades serias de salud y debemos estar alerta. A continuación, te indicamos algunos signos que te ayudarán a saber si estás en riesgo de padecer sobrepeso u obesidad:

  • La ropa te queda apretada y necesitas tallas más grandes.
  • Al subirte a la báscula ves un aumento de peso.
  • Tienes exceso de grasa en la cintura.
  • Los valores de tu IMC y de la circunferencia de cintura son más altos que lo normal. Calcula tu índice de masa corporal.

En conclusión, aunque es posible que haya factores hereditarios que predispongan a la obesidad, podemos controlar nuestros hábitos alimenticios y de ejercicio para evitar o limitar la obesidad.

¿Sufres de obesidad? ¿Te has preguntado alguna vez si podrías transmitir este problema de salud a tus hijos? Un estudio realizado por la Asociación Americana de la Diabetes investiga si las mujeres pueden transmitir genéticamente este padecimiento a sus hijos a través de las células madre del cordón umbilical. Así como el color de ojos, el […]

La Clínica Mayo, una referente mundial en tratamientos médicos, anuncia la existencia de “nuevos métodos para controlar los frustrantes síntomas del síndrome del colon irritable (IBS, por sus siglas en inglés)”

El síndrome del colon irritable es un trastorno común del intestino grueso (colon) que se caracteriza por producir dolor abdominal antes o conjuntamente con la presencia de diarrea o estreñimiento. Los síntomas varían ampliamente de persona a persona; en algunas los brotes de diarrea duran unos días seguidos por un período de remisión. El estreñimiento puede durar días o hasta meses y se presenta junto con diarrea ocasional o funcionamiento intestinal normal. Quienes padecen casos graves del síndrome pueden presentar un dolor insoportable que a veces es constante.

Al igual que otras enfermedades, las causas que influyen en la disfunción intestinal son muchas, de ahí que la base de la terapias promuevan cambios en el estilo de vida y en los hábitos de ejercicio y alimentación; es decir, las recomendaciones apuntan a fomentar una función intestinal normal. El tratamiento médico más común normalmente implica la cooperación con un especialista para desarrollar un plan de ejercicio y controlar el estrés, la ansiedad y otros factores psicológicos.

¿Sufres de colon irritable? Evita estos alimentos 

Si bien los síntomas del síndrome de colon irritable son difíciles de controlar, con pequeños cambios en nuestra dieta podemos ayudar a disminuirlos.

  • Evita la leche

Los alimentos que contienen lactosa pueden ocasionar molestias relacionadas con hinchazón y gases.

  • Evita el café

Los productos que contienen cafeína con el té, las sodas, las bebidas energéticas o el chocolate pueden producir malestar estomacal y diarrea.

  • Evita la fructosa

La pera, la manzana, los frutos secos y la miel, entre otros alimentos, contienen fructosa, un componente que si se consume de manera constante puede provocar malestar abdominal.

  • Evita las sodas y refrescos

Con la ingesta de bebidas carbonatadas ingresan burbujas al sistema gastrointestinal, lo que causa efervescencia y con ello hinchazón y molestias.

Tratamientos

  • Alimentación: la guía que dan los nutricionistas o el médico va, en primer lugar, encaminada a identificar y evitar aquellos alimentos problemáticos; asimismo a brindar información sobre técnicas alimenticias saludables. Ingerir más fibra para reducir el estreñimiento, porque suaviza las heces y hace más voluminosas las heces sueltas, es una de ellas. Por ahora el experimento con dietas de baja ingesta de ciertos tipos de azúcares, trigo o gluten, ha dado buenos resultados para aliviar los síntomas. En este sentido un especialista en dietética puede ayudar a los pacientes a entender la alimentación FODMAP (acrónimo de una lista de ciertos azúcares fermentables que se encuentran en la fructosa y en el trigo), para eliminar los azúcares durante algunas semanas a fin de ver si mejoran los síntomas.

Otro método que parece arrojar resultados positivos, es concientizar sobre la posibilidad de que algunas personas podrían ser sensibles a estos tipos de azúcar aunque no padezcan la enfermedad celíaca. Por ello, quienes presentan principalmente síntomas de diarrea son motivados a ensayar una dieta de dos semanas sin trigo ni gluten.

  • Fármacos de venta libre: cuando los cambios alimenticios no son efectivos como se espera, los laxantes como el hidróxido de magnesio (leche de magnesia Phillips) o el polietilenglicol (Miralax) pueden ser útiles. Los antidiarreicos también pueden ser de ayuda.
  • Suplementos: al parecer las cápsulas de aceite de menta son uno de los suplementos que reducen el dolor producido por el síndrome del colon irritable. Además en el mercado pueden encontrarse algunos medicamentos que reducen el dolor abdominal. Iberogast, el nombre comercial de una mezcla de nueve plantas medicinales es uno de lo más reconocidos.
  • Medicamentos recetados: quizá la última alternativa cuando los síntomas empeoran o son de moderados a fuertes, y ninguna de las opciones anteriores traen alivio, es recurrir a los medicamentos de venta bajo fórmula médica. Fármacos que relajan la pared intestinal, antiespasmódicos, pueden ser convenientes tanto para el estreñimiento como para la diarrea. El médico igualmente tiene entre sus elecciones sugerir un antidepresivo ya que moderan la percepción que sentimos del dolor. En los casos más graves, particularmente de estreñimiento, se puede considerar los laxantes como la lubiprostona y la linaclotida.

Los tratamientos para el síndrome de colon irritable siguen avanzando, cada vez hay nuevos hábitos y medicinas que ayudan a controlar una enfermedad que sufren millones de personas; por tanto la invitación es a visitar su médico para le recomiende el régimen más eficaz.

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